Hans Christian Andersen. The dying child.

Donde fracasan las palabras, nace la música.

Hans Christian Andersen.




Hans Christian Andersen escribió este poema en 1827. En él refleja el tono romántico de los grandes poetas de la época, sobre todo de los alemanes.


El niño moribundo.

Madre, estoy cansado, preferiría dormir;
déjame descansar sobre tu pecho enfermo;
pero prométeme que dejarás de llorar,
porque tus lágrimas caen sobre mi mejilla ardiente.

Hace frío aquí, la tempestad enloquece;
pero en mis sueños todo es tan luminoso.
Veo al ángel sonriendo tan amable
cuando desde mis ojos agotados, apagué la luz.

Madre ¡uno de ellos está a mi lado ahora! escucha
¿no oíste el dulce acorde de la música?
¿viste cómo sus alas blancas relampaguean?
Seguramente esas alas le fueron otorgadas por el Señor.

Verde, dorado, y rojo, flota a mi alrededor;
son las flores que el ángel esparció;
¿tendré alas mientras la vida me ha atado?
¿o, madre, me serán dadas a la muerte?

¿Por qué me abrazas como si me fuera a marchar?
¿Por qué presionas tu cara contra la mía?
Tu mejilla arde y fluyen las lágrimas.
Yo, querida madre, siempre seré tuyo.

No suspires así, es malo para mi resposo.
Pero si lloras, debo llorar contigo.
Ah, estoy cansado, mis ojos agotados se están cerrando.
¡Mira, madre, mira! ¡el ángel me ha besado!


Traducido por Esther Cabrales. El poema original.

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